El Consejo emite una decisión expedita sobre la violencia poselectoral en Venezuela 

Hoy, el Consejo asesor de contenido emitió una decisión expedita sobre dos casos de violencia poselectoral en Venezuela. Estos casos, que se anunciaron el 22 de agosto, se resolvieron en un plazo acelerado de 14 días. El Consejo debe emitir decisiones expeditas en un plazo de 30 días. 

Ambas publicaciones hacen referencia a grupos armados apoyados por el Estado, conocidos como “colectivos”, que participaron en la represión de manifestantes tras las elecciones presidenciales de julio de 2024 en Venezuela. 

En el primer caso, el Consejo está de acuerdo con la decisión de Meta de mantener una publicación en Instagram. Considera que la frase “¡Váyanse al diablo! ¡Espero que los maten a todos!” es una declaración aspiracional sobre los colectivos que está permitida de acuerdo con la excepción de actores violentos. 

En el segundo caso, relacionado con una publicación en Facebook, el Consejo no está de acuerdo con Meta en que, en el contexto de la crisis actual en Venezuela, la declaración en la publicación de que las fuerzas de seguridad deberían “matar a esos malditos colectivos” sea un llamado a la acción amenazante. Dado que el usuario acusa a las fuerzas de seguridad de no defender a la gente de la violencia perpetrada por los colectivos y que estas están vinculadas a los colectivos, ya que ambos están implicados en la represión de la oposición, es muy poco probable que ataquen, o incluso que se perciba que están dispuestas a atacar, a los colectivos, que parecen estar atacando a la gente en el video con violencia y acoso. Por lo tanto, esta declaración se interpreta mejor, tanto en el contexto del video como en la crisis general de Venezuela, como una expresión de miedo y frustración en una de las vías limitadas para la libertad de expresión en el país. Por eso, el Consejo considera que frases como las que contiene esta publicación se entienden mejor, en el contexto actual de Venezuela, como declaraciones aspiracionales no creíbles, que pueden acogerse a la excepción de actores violentos, y anula la decisión de Meta de eliminar la publicación.

Puede leer la decisión completa del Consejo aquí.

Sobre los casos

Tras las elecciones presidenciales celebradas en Venezuela el 28 de julio de 2024, el país se ha sumido en la confusión. Después de que las autoridades electorales de Venezuela anunciaran que el actual presidente Nicolás Maduro había ganado las elecciones con resultados ampliamente cuestionados, miles de personas protestaron, y Maduro, a su vez, pidió una respuesta con “mano de hierro”. En el entorno digital, el Gobierno ha tomado medidas para restringir el acceso a algunas plataformas de redes sociales y ha animado a los ciudadanos a denunciar a los manifestantes ante las autoridades. Fuera del entorno digital, miles de personas fueron detenidas y más de dos docenas fueron asesinadas, con los colectivos implicados en la represión.

En las semanas posteriores a las elecciones, los moderadores de Meta observaron una oleada de contenido anticolectivos. Esto ha planteado preguntas críticas sobre el equilibrio que la empresa debe lograr al moderar publicaciones que podrían contener críticas políticas cruciales y al generar conciencia sobre los abusos de los derechos humanos en un entorno represivo, aunque también puedan emplear un lenguaje violento durante un período tan volátil.

La política de violencia e incitación de Meta prohíbe las amenazas de violencia, definidas como “declaraciones o imágenes que representan una intención, una aspiración o un llamado a la violencia contra un objetivo”. Anteriormente, Meta reconoció en la justificación de su política que suponía que las “amenazas de violencia aspiracionales o condicionales” dirigidas a actores violentos son “no creíbles, salvo que haya evidencia específica de lo contrario”. El 25 de abril de 2024, Meta actualizó sus normas para incluir una excepción que permite “amenazas cuando se comparten en un contexto de concienciación o condena, [...] o ciertas amenazas contra actores violentos, como grupos terroristas”.

Estos dos casos se refieren a videos publicados después de las elecciones presidenciales de julio de 2024 y durante las protestas actuales que siguieron. 

En el primer caso, un usuario de Instagram publicó un video en español sin una leyenda. Al parecer, el video se filmó desde el interior de un complejo de departamentos y muestra a un grupo de hombres armados en motocicletas que se detienen allí. Se escucha a una mujer gritar que los colectivos están tratando de entrar al edificio. La persona que filma grita: “¡Váyanse al diablo! ¡Espero que los maten a todos!”. Meta consideró que este contenido no infringía su política sobre violencia e incitación porque, según la empresa, la expresión era una declaración condicional o aspiracional contra un actor violento y no un llamado a la acción.

En el segundo caso, un usuario de Facebook compartió un video que parece filmado desde una motocicleta en movimiento. Muestra a un grupo de hombres en motocicletas, presuntamente colectivos, y a gente corriendo por la calle. El hombre que filma grita que los colectivos los están atacando. El video tiene una leyenda en español en la que se acusa a las fuerzas de seguridad de no defender al pueblo y menciona que estas deberían ir a “matar a esos malditos colectivos”. Meta eliminó esta publicación en virtud de la política de violencia e incitación porque la consideró un llamado a la acción para cometer actos violentos muy graves.

Conclusiones clave 

El Consejo considera que ninguna de las dos publicaciones infringe las políticas de contenido de Meta y que, en el contexto de la actual crisis en Venezuela, permitir ambos contenidos también es coherente con los valores y las responsabilidades de Meta en materia de derechos humanos. 

En el primer caso, el Consejo está de acuerdo con la decisión de Meta de mantener el contenido en Instagram. Considera que la frase “¡Váyanse al diablo! ¡Espero que los maten a todos!” es una declaración aspiracional que está permitida de acuerdo con la excepción de actores violentos. 

Sin embargo, en el segundo caso, el Consejo no está de acuerdo con Meta en que la declaración de que las fuerzas de seguridad deberían “matar a esos malditos colectivos” en la publicación de Facebook sea un llamado a la acción amenazante. Considera que este contenido es similar a la publicación de Instagram y, en el contexto en el que se publicó, también debe entenderse como una declaración aspiracional que puede acogerse a la excepción de actores violentos. El Consejo considera que tanto la referencia a las fuerzas de seguridad como el usuario que las acusa de no defender al pueblo de la violencia perpetrada por los colectivos son relevantes para comprender el contenido en su totalidad.

Este contexto hace que la amenaza, que, si se lee literalmente, podría entenderse como un llamado a la acción, no sea creíble y, por tanto, resulte aspiracional por varias razones. Las fuerzas de seguridad están vinculadas a los colectivos, por lo que es muy poco probable que los ataquen. Además, los colectivos parecen atacar a las personas del video con violencia y acoso. En este contexto, la declaración de “matar a los malditos colectivos” se interpreta mejor, tanto en el contexto del video como en la crisis general de Venezuela, como una expresión de miedo y frustración en una de las vías limitadas para la libertad de expresión en el país.

Por lo tanto, el Consejo considera que frases como las que contiene esta publicación se entienden mejor como declaraciones aspiracionales no creíbles amparadas por la excepción de actores violentos. Las personas que publicaron el contenido son individuos particulares, sin influencia ni autoridad significativa sobre otros, que comparten sus experiencias directas de la violencia o el acoso que los colectivos les están infligiendo. El blanco de la violencia aspiracional son las fuerzas respaldadas por el Estado que han contribuido a la prolongada represión del espacio cívico y a otras violaciones de los derechos humanos en Venezuela, incluso en la actual crisis poselectoral. En cambio, la población civil ha sido, en gran medida, el blanco de los abusos contra los derechos humanos. Eliminar este tipo de contenidos tiene un importante impacto negativo en las personas que denuncian las acciones de los colectivos, que enfrentan enormes restricciones a la libertad de expresión y a la hora de exigir responsabilidades al Estado y a los actores respaldados por este.

El Consejo también está sumamente preocupado de que la política de Meta de reducir la distribución del contenido político pueda socavar la capacidad para llegar a la mayor audiencia posible de los usuarios que expresan su disentimiento político y crean conciencia sobre la situación en Venezuela. Si este fuera el caso, el Consejo cree que se podría incluir una medida política en su Protocolo sobre política de crisis para garantizar que el contenido político, especialmente en torno a las elecciones y las protestas poselectorales, pueda tener el mismo alcance que el contenido no político.

Por último, el Consejo ha subrayado en repetidas ocasiones la importancia de evaluar el contexto para garantizar la protección de la expresión política, especialmente en países en conflicto o que enfrentan importantes restricciones a la libertad de expresión. Cuando, como en este caso, Meta designa una situación de crisis, también debería utilizar el Protocolo sobre política de crisis para ser más sensible a las realidades de cómo se expresan en sus plataformas las personas que son blanco de la violencia respaldada por el Estado, como en el caso de Venezuela. Especialmente en contextos de represión de la disidencia democrática, cuando las amenazas parecen no ser creíbles y la probabilidad de que ese contenido conduzca a la violencia fuera del entorno digital es baja, Meta debería ajustar su política y sus pautas de aplicación en consecuencia. Esto debería someterse a una revisión periódica, con la aportación de los grupos potencialmente afectados y las partes interesadas pertinentes.

Nota: El Consejo asesor de contenido es una organización independiente que examina las decisiones de Meta de eliminar o mantener publicado contenido en Facebook e Instagram en un número seleccionado de casos emblemáticos. El Consejo revisa las decisiones de la empresa y, si es necesario, las revoca. Las decisiones del Consejo son vinculantes para Meta.

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